Se comían con la mirada por no poder hacerlo con los labios. Cada uno en una esquina de la gran habitación donde se celebraban las estúpidas fiestas de los afortunados -si podían llamarse así realmente- que tenían dinero en ese pueblo de mala muerte. Steve llevaba un traje tan elegante que parecía otro, sin sus botas militares y sus pantalones pitillo. Y su pelo estaba colocado de tal forma, que nadie diría que era un punky en toda regla fuera de esa sala.
Elisa llevaba un vestido negro con un escote redondeado y con encaje desde la nuca hasta el final de la espalda, era tan corto que Steve siempre se preguntaría si esa noche llevaba ropa interior o si era su trasero únicamente lo que se marcaba bajo la fina tela. El pelo anaranjado sobre un hombro, dejando sus puntas ligeramente rebeldes por debajo del pecho.
Ambos estaban espectaculares, a sus veintiuno cualquier humano allí presente quería una aventura con ellos, ya fueran hombres o mujeres. Daba igual las tendencias sexuales de cada cual, con ellos se rompían los esquemas y no porque tuvieran una belleza digna de admirar, sino por su porte, su temperamento, sus miradas lascivas y sus labios siempre prietos en una sonrisa -falsa la mayor parte de las veces, pero eficaz-.
El móvil de Elisa vibró en su bolso y chascó la lengua buscándolo sin prisas. 'Si te dejaras, te empotraría contra la barra en la que estás apoyada y te haría el amor durante horas.'
Leyó el mensaje con el ceño fruncido, y cuando levantó la mirada de nuevo, Steve sonreía de forma tan maliciosa que se puso caliente.
-Tú siempre tan agradable, Steve.- Dijo en un susurro lamiéndose los labios.
6 mindstream:
agradable tú, que cada vez escribes mejor, pequeña.
INCREÍBLE
Que provocativos, se ve que les van los juegos peligrosos!
Unbesin!
escribis muy lindo nena!! nunca dejes de hacerlo1! :)
Menuda situación más picante. Sin duda alguna me quedo con el personaje de Elisa :)
Un beso.
Que majo.
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