Brönte la agarra por la cintura y se la mueve despacito al ritmo de la música, mirándola con el ceño fruncido mientras ella intenta desesperadamente hacerlo bien para él.
-No tienes que esforzarte tanto.-le susurra en el oído.
-Quiero hacerlo bien.
-Sólo diviértete, para eso estoy aquí.
Para eso está aquí, repite ella en su mente mirando hacia su izquierda. Y realmente no le importa, sólo tiene la necesidad de no estar sola. Se suelta el pelo, y se zafa de los tacones con un suspiro de resignación por el dolor. Le sonríe y alejándose un poco de él empieza a bailar, a mover la cadera con los brazos por encima de la cabeza, con la cerveza medio vacía moviéndose al compás de su cuerpo. entonces Brönte sonríe.
-Eso es, diviértete.
La atrae de nuevo apoyándola contra él y ambos beben, bailan y se divierten.
-Como en los viejos tiempos, Brönte.
3 mindstream:
Cuando nos divertimos, no nos sentimos solos... pero, ¿realmente se divertía?
Quizá, cuando se quitó los dolorosos zapatos, sí.
Saludos:
V
Brönte, qué nombre más curioso..
Me ha gustado esta entrada.
Un beso!
Pienso como V:
Lo que realmente le divierte es quitarse los molestos tacones.
El resto, es compañía.
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