Tonterías tuyas que acaban dándote una bofetada.

-¿Eres mía?
-Lo soy.-Contesto sincera pero hosca.
Arruga la nariz mirándome, abre la boca e inmediatamente vuelve a cerrarla. Repite la operación un par de veces más y finalmente pregunta sacudiendo la cabeza.
-¿Por qué utilizas el presente? A esa pregunta suelen responder cosas como, 'ya lo sabías' o..-duda un segundo-  para siempre. No sé, cosas así, y tú dices.. ¿lo soy?
-¿Qué quieres que te diga?-Digo entre carcajadas.- No sé donde voy a estar dentro de cinco años, ¡ni si quiera sé donde voy a estar en cinco minutos! ¿Por qué le das tanta importancia?
-La pregunta es, ¿por qué no se la das tú?-dijo con voz chillona.- Para ti todo es fácil, remoto y termina con el tiempo.
-¿Y?
-¿Y..? Joder, que yo te quiero para siempre.
-Guarda esta conversación en tu mente para dentro de unos días. Más o menos, para cuando te comente como quien no quiere la cosa, que la otra noche vine de trabajar y te vi con Caren revolcándote por mi encimera, mi sofa, mi cama y otra serie de sitios que no tengo por qué comentarte. Pero sí, cariño, soy tuya, porque me importa una mierda con quien te revuelques mientras me dejes tener los papeles de mi propia vida.
Se sentó en el sofá, yo le sonreí y me puse junto a él acariciándole el pelo.
-Deja de ser tan posesivo, no puedes tenerlo todo en la vida, cariño.