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miércoles, 21 de julio de 2010

Llegó a casa con veinte minutos de retraso. Le temblaba hasta el alma, pero el tráfico había sido tal que ni queriendo hubiese podido llegar a tiempo.
Esperaba con un vaso de whiski en la mano, que tardó bastante menos de tres segundos en acabar en su cara. Tardó muy poco en soltar el bolso y quedársele mirando. Las cosas ya no eran como antes. Ya no tenía miedo. Había cumplido los diecisiete hacía algunos meses, pero su madre había insistido en que le diera OTRA oportunidad.
De todas formas ella sabía de más y de sobra lo que iba a pasar. Tampoco le importaba, pero pensaba defenderse. Tenía un orgullo.
O eso pensaba, porque después de que la mandaran derechiiiiita a la mierda, después de llorar, después de haber.. digamos 'sufrido el abandono' durante semanas, después de haberse dignado a contestar mensajes que debería haber borrado. Vale, sí, lo hizo. Pero ya era demasiado tarde, el daño era irreparable. Quizá esas eran algunas de las razones por las que iba a acabar así.
Apretó los puños y no bajó la vista, aún sabiendo lo que eso suponía.
Se quedo parada, esperando, pero joder, no era tan fuerte como él. Y se dio cuenta justo después de que la primera bofetada la empotrara contra la pared. Sus esquemas se rompieron en mil pedazos. Ya no quería defenderse. Quería huir. Quería echar a correr y esconderse en cualquier lugar donde nunca pudiera encontrarle. Pero era tarde. La puerta estaba cerrada, y ella la miraba con una cara de tristeza incomprensible.
'Hija de puta, -pensaba- déjame salir'.
Pero eso nunca pasaba, era la quinta o la sexta vez que ocurría, y al final, optaba por irse a su cuarto y ponerse a leer, o a hacer lo que quiera que hiciera esa zorra mientras JJ -pasa de poner nombres reales- la masacraba de forma animal.
Se quedó agazapada en la pared. Realmente no había estado muy violento. 'Creo que no tengo ningún moratón, o al menos no tan enormes' -Se decia tocándose suavemente por encima de los ojos. Tocandose la nariz dolorida, y las mejillas calientes. Intentaba moverse poco, para que no la viera. Quizá no se percatara de que estaba ahí.
Lo vio echarse otro whiski y no pudo evitar reirse. 'El hijo de puta piensa jarrearme otra vez'.
Se puso de pie, agarrándose la muñeca derecha para que el tintineo de las pulseras no le hiciera darse la vuelta. Estaba al lado de la puerta de la calle, pero pensó que era mejor no salir. Podía cabrearse más.

Se tiro sobre la cama con cuidado. Le costaba respirar y el corazón le iba a mil por hora. Todavía le sangraba la nariz, y a la altura del ojo tenía una brechita que le escocía. Se desvistió con cuidado y se apoyó la mano en el costado izquierdo, estaba ligeramente dolorida, pero lo único que le pasaba era que el golpe del esternón, o la clavícula, o donde sea que le hubiera dado, le había hecho tal daño en el pecho, que aún veinte minutos después, le seguía oprimiendo el pecho, impidiéndole respirar con regularidad. Además, solo le quedaban un par de horas y volvería a casa. No con él, con él nunca. Había aprendido a ver cuando no la querían, y él, por mucho que intentara engañarla, le había dejado bien claro que solo se había dedicado a jugar. A decir cosas bonitas en los momentos oportunos y a romperle el corazón todos los demás.
Pero volvería casa, a por los tarros, los polos, y todas esas cosas que se había quedado olvidadas.
Luego volvería al lugar de donde pertenecía.

1 mindstream:

A. ronroneó

Es impactante, me gusta.
El blo en general, he estado leyendo y es interesante ;)
por si quieres pasarte por el mio: http://sundoesntshine.blogspot.com/