-Por lo que más quieras no dejes de ser lo que eras o eres o como sea eso. Sabes que para mí todo esto es mucho, pero mucho. Que no lo puedes tirar todo como si fuera basura y esperar que me quede tan ancha, y lo peor, ¡Quedarte tú tan pancho!
La niña apenas tiene diez años, y juega a papás y mamás como toda una adulta. Su madre a veces se preocupa de que tenga una madurez temprana o que por su afán de ser mamá, acabe siéndolo prematuramente.
-¿Alan? Ven a ver esto, por favor.
Su marido se para junto a ella, y observa a hurtadillas por la rendija abierta de la puerta. Al fondo de la habitación roja, ve a su hija jugando con un par de barbies tranquilamente, y acto seguido mira a su mujer con un punto de curiosidad en los ojos.
-¿Qué pasa?
-Mírala, parece que sus muñecas somos tú y yo.
Al otro lado de la calle, un chico de no más de dieciocho años, observa jugar a la niña, a la espera de que su preciosa mamina se acerque a cerrar la ventana. Está ansioso por verla.
4 mindstream:
me gusta, tendrá continuación la historia? espero que sí
bss mela!
la vida de muñecos, tan sencilla y tan dificil de comprender... como el corazon humano.
te mando un saludo desde algún circense lugar de México.
"La vida es un gran circo, pero sin espectadores"
muy interesante tu historia, muy distinta a todo lo que he leido, muy profunda, también.
entre en tu blog de casualidad y no me arrepiento. salu2
PD: Si quieres visitarme, este es mi blog: http://historiadehistorietista.blogspot.com
muchas veces intercambiamos nuestros papeles y ni nos damos cuenta.
Publicar un comentario