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sábado, 12 de junio de 2010

Vendiendo rosas, para sacarse la espina.

Prueba a andar descalza por su 'dormitorio'. ¿Sabe acaso si es verdad que está en su casa? ¿Se llama Marie? ¿Son sus padres esos señores? Mil preguntas se le apresuran a las comisuras de la boca y se estrellan contra el suelo estrepitosamente, arañando sus piernas en cada golpe. Se mira en el espejo de pared, se observa con la cabeza ladeada. Tiene moratones por todas partes, parece frágil, aunque tiene cierto músculo en los brazos. Será de tirar cosas, piensa. ¿Está pensando realmente?
Asoma la cabeza debajo de la cama, y coge una caja transparente, está llena de fotos. Ella. Ella y su 'madre'. Ella y 'papá'. Ella y 'Naiara'. Ella sola. Ella rubia. Ella rapada. Ella feita. Ella. Ella. Ella y un chico. Ella y el mismo chico. Ella y... ¿Quién es ese? Lo mira con la boca entreabierta, intentando formar el nombre en su cabeza, sin conseguirlo, de nuevo. Nota la ira recorriendo sus extremidades, quemando neuronas, arrancandole las células, la piel. Asfixiando su cerebro, apretando su corazón. Y vacia la caja, busca entre las fotos un solo reflejo de si misma.Cualquier cosa que le diga algo. Cualquier maldita cosa que le haga recordar por qué estuvo en ese antro, y por qué siente que ese es el único hogar que ha tenido. Y recuerda el frío y la oscuridad, y la no-oscuridad en medio de El Todo Negro. Y toca sus dedos rotos. Nota el escozor, y los pinchazos, pero no se queja, apenas si parpadea. Y no llora, y piensa que es lo que debería estar haciendo.
LLORA NIÑA. Llora. Hazte pequeñita en brazos de mamá. Dile que no soportas no saber que te ha pasado, ni el por qué. Dile que estás enamorada de un pasado que no conoces, y que necesitas. Dile que tienes ganas de hartarte de setas, porros, caballo, anfetas, quizá un poco de coca y poppers, rajarte, tirarte por un acantilado, que te pillen los coches, que te metan en una maquina y te quemen, y desaparecer, y no tener que seguir pensando todas esas mentiras verdaderas. Porque no quieres eso, pero lo necesitas. Y tu subconsciente te traiciona, porque te esta volviendo loca.
Maldita vida loca,
maldita su boca que dijo no quererle más
y ahora le dicen loca, dónde vas.
Cuando pasea sola con su pena,
y va diciendo que es una sirena.
Una sirena que encalló en la barra de un bar.

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